A veces siento que le odio, que desearía estrellar su cabeza y abandonarla entre un mar de escombros. A VECES siento que me palpitan las manos, con una ira inmensa que hace que mis puños golpen cuanto se cruce en su camino. Odio su felicidad extrema, su sonrisa incombustible, sus abrazos a medias
Otras veces me lo comería a besos... pero hoy no es una de esas veces.
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nada estomagante