Sentir como mi carne la abre el carnicero del mismo modo que se lo hace a un carnero
martes, 30 de noviembre de 2010
Partículas sutilísimas
La sensación de pánico, sus labios, el recorrido oblicuo desde mi barriga hasta el tope extremo que imponen mis manos.
Escribirlo solo supone un efluvio de letras y de ortografía insatisfecha cargada de frustración de la más perra; pero ya sabes, mis piernas te acechan, mis labios te buscan, mi boca te encuentra.
Ahora crece exponencialmente el ego, crecen que crecen las termitas ocultas en vasos sanguíneos dirigiendo mi vida; sometiéndome con ira a sus instintos devoradores, a su poder de yo la marioneta y tu la obra, el vicio y los caramelos entre beso y beso. Ya sabes, a los diecisiete ya me andaba sin rodeos…
Sumergirme y dejar correr al tiempo, a la boca y al dueño; implicados al borde de la muerte...
martes, 23 de noviembre de 2010
Tratados
Trata de anular la personalidad, al igual que todos esos tratados escritos en griego como excusa de un coitus interrumptus. Me pone de los nervios, yo solo digo eso pero ya sabes, la procesión va por dentro tronando y haciendo metralla inocua para esquivar corazones de hierro, sombras de ultratumba y parasoles de plastilina.
Las aleaciones de metal pesado se vuelven al rojo vivo hasta estallar potenciales trozos de vida mundana. Tantos pitidos concentrados en el centro del infierno tenían que servirte de algo y aleteabas correteando entretejiendo cenizas con trozos de hojas y barro.
¿Para que escribirle al mas allá en días tan grises como la humarada?
Para que lloverle al cielo lagrimas marchitas del ayer...
Para que los transeúntes azorados renieguen de sus instancias interiores y vuelen y dejen tranquilo ver nevar y llover a la vez. Ni los eucaliptos escupiendo hojas y agua aguantarían lo que tú ya has aguantado. Aguanta nena aunque el paraíso no haya llegado
Las aleaciones de metal pesado se vuelven al rojo vivo hasta estallar potenciales trozos de vida mundana. Tantos pitidos concentrados en el centro del infierno tenían que servirte de algo y aleteabas correteando entretejiendo cenizas con trozos de hojas y barro.
¿Para que escribirle al mas allá en días tan grises como la humarada?
Para que lloverle al cielo lagrimas marchitas del ayer...
Para que los transeúntes azorados renieguen de sus instancias interiores y vuelen y dejen tranquilo ver nevar y llover a la vez. Ni los eucaliptos escupiendo hojas y agua aguantarían lo que tú ya has aguantado. Aguanta nena aunque el paraíso no haya llegado
domingo, 21 de noviembre de 2010
Vandalismo constructivo
Vandalismo constructivo: dícese de la acción de ejercer acciones improvisadas de mantenimiento.
Era pan comido dormir en casa ajena, mear en la alfombrilla y recoger escombreras plagadas de envidia asesina. Por la noche comenzaban las fogatas de prensa, y los toldos sobre los escaparates ardían a llama viva entre vítores y aplausos. Los sábados había guerras de salfuman en cada esquina del cotarro; ardían, aparecían y desaparecían.
Admiraban en exceso cada pequeña porción desplazada desde Manila hasta el rincón más profundo de tu alacena; entre cebollas en flor deshecha y sacos de deshonra y vergüenza.
Tan apaciguados los ánimos y tan insulsas miradas....
sábado, 20 de noviembre de 2010
Hechos
Después de crear sentimientos en documentos en blanco, después de pensar en tirar por la borda el barco y los papeles y quedarse tan coja como una yunta de bueyes he cogido las riendas, he matado al caballo y aflojé los dinteles, para que a luz bajada hagan fama de sus cordeles tantos unicornios alados como pedazos de cama mojada. Y he tirado la cama por la ventana después de aflojarle los muelles, para que no salte y regrese con creces dos mil tirachinas de sueños y pamplinas y hojalata barata.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Besos de sapo
Francesismo a más no poder y por unidad de tiempo. Con zapatos de miniatura, casi de chuchería entre putitas francesas rubias en barrios de mala muerte y peor de las vidas posibles. Entre escaparates de pétalos de rosa con árboles de navidad casi rozando el suelo, el cielo y la boca del infierno. Todas llevan esas boinas y tú con tu cara bonica .
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