Sentir como mi carne la abre el carnicero del mismo modo que se lo hace a un carnero
lunes, 18 de abril de 2011
enredos
Cuando no basta con los propósitos de amor y las demostraciones de fe se requieren como rutina al igual que los rotarios en la sala de residentes R3 del clínico.
Cuando no basta ni con chupar cal viva, ni recoger mil servilletas de besos esparcidas por el suelo después de una noche recapacitando entre charcos de lascivia.
Cuando los delirios de grandeza empequeñecen como catedrales en mitad de un desierto de amapolas naranjas....
y escuece la brisa, la risa y las prisas...
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nada estomagante