martes, 24 de noviembre de 2009

Casanova

Que menos que un casanova, eso era él. En todo el rato no cesó de repetirme que me veía como una hermana, que lo nuestro estaba por encima de los demás, pero no dudó en explorar mis energías. Sintió mi afecto, percibió mi caos, adivinó mucho más de lo que le pude decir. Me conmovió hasta el punto de creerme las mentiras que ya descubriré. Las películas cuando le conocí dejaron de parecerme interesantes a su lado. Llevaba en el bolsillo una porra de metal, un spray antivioladores y un aparato que soltaba descargas eléctricas de 50. 000 voltios, que se dice pronto.

4 comentarios:

  1. dudo que tengas dipsomia.

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  2. y cuando he dicho yo que tenga dipsomia?

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  3. pues sí, preciosa, 50.000 voltios son más que suficientes tal y como te dije por teléfono hace unos diez minutos. Y seguramente tengas dipsomia, no paras de decirlo, está clarísimo xD

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nada estomagante