Me hallo en mi subsistir doméstico a base de coca cola con hielo y me sale barato recibir contestaciones de mi subconsciente, solo que ahora no parecen bofetadas de parte de mi ego.
Y sólo porque cada vez que venías a casa salía olor a yerba por la ventana, el fuego parecía de hielo o de porcelana china de alta gama y tus zapatos manchaban el suelo, daba igual si estaba recien fregado, y es que tus pies manchaban de negro el pavimento aunque te los lavaras... pies negros, manos grandes y corazón caliente. En seis palabras te resumo, y alguna más que necesito para confesarme adicta de muerte a tus senderos a oscuras...
Pudo saberme mejor o peor que llegarás aquella noche a las tantas y me despertaras con esas explicaciones baratas, pero daba igual luego cuando desaparecías y me paseaba por la casa recogiendo tus enseres olvidados, esperando con cara de pena que volvieras a buscarlos y a encederme de nuevo el alma a chispazos hasta hacer hervir la escena.
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nada estomagante