sábado, 12 de junio de 2010

Y ya me queda poco...

Poco que aguantar los cimientos que soportan este deprimente lugar. Por eso dejé de decirle cosas a las paredes en catalán por si contestaban; antes las insultaba por ver si huían y me liberaban rápido de mi prisión, de esta alcoba hipertérrita, tan austera y monjil...
Es tanta la rabia que le he cogido a este maldito convento que solo me vienen a la cabeza palabras como represión, austeridad, aislamiento y ensimismamiento de mis sentidos, que se han quedado tan palurdos y dormidos...


Y si tuviera que decir algo, diría que todo me ha sabido en vano, que esta experiencia no me ha hecho crecer como persona, sino descubrir la gran miseria que esconde la iglesia tras sus siervas, las esposas de Dios, tan casadas con él como con el infierno mismo a mi parecer.

Ellas que van de caritativas y luego castigan si les das tu postre a un mendigo, o si hablas con un pobre desvalido. Ellas que no han podido meterme en cintura como debían, ni han incrustado a Dios en mi corazón como querían, ni conseguirlo podrían aunque la vida les llevara... Más bien todo contrario, han hecho que me vuelva un bicho más peligroso y lleno de odio insano, de rebeldía acumulada, en estos momentos soy propiamente una bombona de butano a punto de estallar.


Solo me llevo recuerdos desagradables de este lugar, miradas de envidia asesina, de niñas inútiles que se pasarán sus mejores años aquí encerradas creyéndose protegida con celo su virginidad a los ojos de sus padres, que luego salen por las noches y demuestran tanta ansia fálica como a mi me hacen ver en sus ojos en cada almuerzo, en cada cena en cada minuto que mi condena me hace verlas. Niñas tan endebles, tan insustanciales, repugnantes, sumisas, pelotas, convenidas, infantiloides...... podría decir una decena de adjetivos despectivos pero tampoco merece la pena porque ni con eso nadie se haría ni una ligera idea de la basura de mentes que me rodean.

sábado, 5 de junio de 2010

Dans ma peniche


Me lo dijiste, de boca a boca porque siempre has odiado el factor ruido y los vectores. Me dijiste cuarenta tacos y doscientos euros de gasolina. Decías que el mundo corría y de ello te reías. Hablabas de piratas y de mares bravos por los que peligrar intencionadamente. Soñar era solo el final de las regañinas.Me mentiste sobre tus dedos, no eran fruto de una confrontación fidedigna...Tú me mentías, para mi era todo un lujo, un logro vivir de tus escombros,recoger tus mentiras y resurgir de tus cenizas.