martes, 1 de marzo de 2011

Millares de pisotones. Decidiste pescar sin caña, con anzuelo doble. Decidiste poner excusas de manifiesto constante y tirar a la deriva en mares llenos de pirañas trozos del corazón que me rompiste por fascículos... Y yo tan harta de coleccionar decepciones hasta la extenuación, y tu tan dócil, sereno, comiendo mollete de mantequilla con mermelada de melocotón. Yo puro ácido disolviendo tuberías y anaqueles, yo ducha de cloroformo, yo dolor de muelas y tu bastón de ciego hasta que te explico que si lo fueras de nacimiento no comprenderías ni el color rojo, ni lo que te me antojas...