jueves, 30 de abril de 2009

tímidas aventuras turísticas (Cupcake Island)

Un momento, dos, tres, o quizás catorce de ellos fueron sucifientes para darme cuenta de que en Dulcilandia los superheroes ya no caminaban entre los transeuntes con una capa en la que se proyectada la silueta de una magdaleta o tal vez del de un bizcochito de frutas. Dulcilandia perdía encanto y sensación por días, pero eso si ,a cambio se ganaba a bastantes curiosos al año, de esos que en vez de veranear en Benidorm o soportar a las medusas de tres plantas del Mar Menor prefieren atiborrarse con las más dulces y exquisitas habitantes del curioso lugar.
En Dulcilandia los años hacían estragos por eso de que la gente comía más de lo que podía por no conocer los límites de una diabetes insípida.... que hay que tener buen ojo, que no todos los dulces son tan ricos al paladar ni tan exquisitos al tacto, que si alguien comete un error comiéndose un pastel, eso es tiempo perdío y experiencia ganada. Para Yeison aquel café con azucarillos caseros significo un alivio inmediato, pues le aligero de forma brusca el peso de su memoria, ya solo le faltaba volver a caer en la tentación de su postre preferido, qué rico estaba aquel chapapote.

martes, 28 de abril de 2009

de perros, perras y mediogalgos va la cosa...

Pepe Suárez era uno de esos hombres que van a los partidos importantes fingiendo ser aficionados de uno de los equipos simplemente por poder pasar una lúcida tarde de domingo dejándose contagiar de la gran paradoja que allí convivía: rivalidad y fraternidad, como bien pasaba en la guerra cuando el rojo estaba en el granero del facha esperando a que el panadero que también era facha pasara una vez al mes por el pueblo donde el alcalde es de derechas…

lunes, 27 de abril de 2009

El asiatico orientado (que no oriental) que se enganchó al pan de calatrava y bailaba la jota en andaluz mu cerrao

Y es entonces, en esta oleada de gripe porcina que aparecen los típicos mequetrefes panolis que acojonan a escala irreversible con sus sombreretes a lo sombrillero mejicano y las maletas casi al vacío envueltas con los nombres regrabados y dicen " estamos infectados", la gente mu callada… y yo casi que me veía en cuarentena a nivel estatal mientras los naranjos de descomponían a pedacillos de alergia contemporánea por los aires que surcan.
De esos días raros en los que las cosas no paran de hacer piruetas y se retuercen por el sofá con cara de escaparate rojo o de mercedes de plástico, tú me entiendes. Que si los carrillos hinchados por querer reír debido a las voces inapropiadas y en un segundo pis pas ¡ ANA CRESPO! más y más risas y más sollozos y quizás una camisa de cuadros, un mp4 debajo del mostrador en el ciber de la desolación con las consecuentes risas, la cara de esfuerzo del dependiente al graparnos nuestro particular glande y los cuatro apellidos que se me escapaban. En la fotocopiadora: el chico guapo guapísimo de las rastas idénticas a las mías mirándome tras mi indecente comentario valorando su tremennndoooo aspecto casi que se reía con la mirada al entender el chiste del tercer pezón electroestático. Y Yoli en la escalera y la gorda bella con el taco de folios que no pudo finalmente reciclar...Había reciprocidad en cada hueco que deje en la fila donde me siento, la pizarra que se borra sola a ratos se incrementa por lapsos de tiempo, estereotipos prototipotizados arrancan chatarra y la convierten en lazos,un lugar donde poner el móvil que jamás utilicé y a estas alturas esta más cercano de la basura que de la estantería, y más y más cosas cada segundo que pasa. De vuelta a la ciudad sin nombre la UVI móvil que me desubica el corazón en medio latido profundo y me deja la cara más boba de lo habitual, pobre señora y media!!
Por otra parte el bar rosa donde tome el mejor café de mi vida no resultó ser un lugar de ambiente y me impactó mi instantánea manera de rejuvenecer la edad media de aquel antro que mas bien parecía un sistema quasinatural.. Tardé casi cinco minutos en deshacer el terrón de azúcar mareao y por poco si me ahogo en la taza de tanto mirarla.
Y yo que cada día me sorprendo más…. Llegas tarde, los apellidos no los veo... y ENCIMA fumas? No pasa nada, tranquilícese señora ( o más bien vieja pelleja), que a usted también la vi yo fumar.
Pues muy bien no soy la única, pero siempre quedo de todos como la más acostumbrada al parking no gratuito y gano sin esfuerzo en el ranquing de obsesos de la fusiforme diarrea mental que me rodea. Cosas de la equidad no son que te elijan a ti sin previo aviso, que te idolatren por mero capricho de posesión. Agotaíca perdía que ando… ¿candelabro yo? No gracias, me sobran fregonas hoy para limpiar…

Algo más que pavo llevaba yo hoy en el moño escondío.




En fin, que ya no sé si rio por no llorar o lloro por reir cuando debería llorar.

sábado, 25 de abril de 2009

Mira hijo, que pa ser chulo en esta vida hay que tene cojones y DINERO!

Al pasar por su laico ella levantó la carilla de gata mimosina sin animo de lucro, él casi la acarició con la mirada por no ser capaz de utilizar las palma de la mano para saciar su sed de tacto . Era una situación tierna a la par que bienintencionada y con puntos de interes muy comunes. En realidad, ella nunca dejó de ser una minina, era de las que ronroneaban hasta con un murmullo suave en la oreja y se lamían al son del jazz dulce acompañado del tambien dulzón olor del algodón de azúcar que alguien hizo aparecer como por arte de magia. Acostumbraba a llevar puesto el cascabel por si alguna vez decía de perderse o alguien la apartaba de su casa sin fe de malobrar.Su invitación a la privacidad apagó su sexto sentido como si se tratara de una alarma generadora de trozos de sueños rotos y magulladísimos. Le encantaba esa humedad y la que le esperaba tras sus manitas de trapo suave agradable hasta los extremos...

está claro...

Y la verdad es que me faltaba comprarme una vaporeta y enchufármela en la espalda para ganar resistencia y poder de perversión a modo de ruido. Qué estúpido era eso de desatascar los conductos auditivos a base de melodrama contemporáneo y arpones insonorizados con autoestima húmeda… y que cansado pedirle al toallero que me sostuviera el ánimo mientras yo me duchaba para así no tener que estrellarme contra las burbujas que tapizaban el mar de espuma .

Resistencia


Primero fueron las migas con chocolate, el melón con jamón y las uvas con queso... ahora aparece la naranja con azúcar y me desestabiliza.

Sigo incrédula del todo, y es que la norma lo dicta así. Que de ser normales, las cosas acabarían encajándose en su cauce, pero no lo hacen. Que si yo y la demencia senil, o el gran espacio entre mi coronilla y mi flequillo ahora que el pelo falta más que cualquier otra cosa... y me pongo a escarvar en los pedacitos oscuros que me llevan a su lado y solo siento temor, temor por perder el norte, temor por no saber ni ubicar mi bandera a buen resguardo, temor de ese que es avalancha de seropositivos desquiciados. Sus falsas palabras me atropellan y retuercen mi consciencia con dolorosa mezquindad. Ya sé, que la cobardía es bien despreciado por muchos y apolillado por pocos... ¿pero por qué me tengo que achicharrar para darme cuenta de ello? ¿por qué nadie intenta ayudarme? y me parece que me disuelvo en estandárteres de colores atisbando una salida y se me derrite la esperanza amontonándose a mis pies con las mejillas más tostadas que quemadas y la desesperación del que YA desespera por aniquilación transitiva.


Y al gritar sólo ví que os alejabais cada vez más de mi y eso me produjo pavor

martes, 21 de abril de 2009

No era capaz de tender la ropa por miedo a verla precipitándose en el vacío...


Y empezaba él a hablar, con su ritmo frenético y la trompeta sonando entre sus cuerdas vocales, era curioso ver el efecto que producía entre los alumnos el cambio de un francés por una serpiente que por la clase iba arrastrándose buscando el manjar que pretendía llevarse a la boca, a mi me daba hasta miedo oirle hablar en parsel con su lengua bipedina remarcando el final de cada frase con un sinuoso sílbido. En clase alguien dijo que este año el entretiempo había pasado de refilón sin apenas causar estragos hormonales de índole curiosa. Todo acabó de manera caótica cuando decidí que ya había aguantado suficientes memeces por unidad de tiempo y me dispuse a seguir trazando mi órbita diaria de vuelta a casa.
El muy perro estaba asomado a la ventana esperando a que pasara y por poco si me ladra y babea por no renunciar a su condición quasianimal; cuando llegue hasta él me abrió la puerta con rapidez pasmosa y me sentó en el sillón mientras accedía a mis caprichosas peticiones; había como no en su entrepierna vainilla de esa que es suave al tacto y luego la hueles y que mínimo que un placer si la pruebas...yo aquella tarde planté un árbol con la intención de malherir la tierra que no siembra con brotes verdes y latigazos cálidos; jugaba a ratos al amor cansado en fuentes varias, vaciaba zapatos con requesón por relleno si por años una fortuna amasara; libre, que no esclava de la libertad, recibida en donde se me antojara y con don de estrechar vínculos inexistentes... pero todo era irreal, resultado del cociente entre ceros a la izquierda o quizás aún más irrisorio. Mis margaritas en sequía temporal, el corazón demasiado ocupado para atender a los ventrículos y a las aurículas, la oclumancia podría haber revelado algo más que inhumanidad en mis pensamientos.

lunes, 20 de abril de 2009

candidiasis

Pasan cosas, y yo no sé si sorprenderme o ahogarme de espanto. La puerta de un antro bastante concurrido acaba de cerrar sus puertas aunque aún me llega algún acorde bastante peculiar como por ciencia infusa, la gente se apelotona a la salida bajo el pequeño techo que resguarda la entrada porque llueve, yo me situo lejos de la multitud a distancia suficiente como para que se me divise, con mi paraguas que me abriga y la multidud que casi me observa. Y se me acerca un muchacho bastante alto, y me dice como con cierto asombro no fingido: " eres un personaje muy pintoresco, me llamas mucho la atención, pareces como sacada de un libro de la generación del 27, tan bohemia..." Y yo a cuadros sin saber ya que decir despues de tantas coincidencias... a mi izquierda casi más besos de los que me podía imaginar, la persona más especial que conozco desde hace por lo menos dos meses, tan especial que consigue que cualquier persona que tenga al lado olvidé momentáneamente la palabra crisis, vive en uno de esos mundos que pertenecen a las tierras de yupi... y poco a poco deja de importarme lo muy mal o muy bien que se me vea y guardo el paraguas optando por la opción menos corriente, dejar mi cabeza al descubierto bajo el chaparrón de agua que caía, me mojo tanto que parece que he salido de la ducha hace solo un momento.

viernes, 17 de abril de 2009

shhhhh! que estoy haciendo una travesuraa

Me desnudo, una, otra y otra vez más; me desnudo primero con lentitud para después mostrar ligereza. Me aprieta la ropa, yo me desnudo, fría y tiesa esperando un terciopelo que abrigue mi piel, que apriete mis carnes, que me estorbe hasta la desesperación; me desnudo por tu impaciencia, para consolar a tus retinas una vez más… no veo luz por la rendija de la puerta, el pasillo está a oscuras y yo ilumino la estancia. Espero, desespero por verte entrar... no entras, aquí no estás pero yo espero aún, guardo silencio y una esperanza que se derrite poco a poco.

martes, 14 de abril de 2009

callarse la boca

Fue un día diferente, hasta me percaté de todas esas chorradas que la gente dice en las azoteas sin pensar en nada en concreto... Alguien me rozó en el autobus la muñeca y me gusto tanto o más que un beso en la nuca con respiración incorporada, observé con naturalidad el vaivén de la ciudad y no dejó de desconcertarme, gasté dinero simplemente por aclimatarme, utilicé el hosco ascensor que traté de evitar durante años, le hice la zancadilla a mis expectativas para ese día, respiré en medio del tráfico y bebí zumo de ese que llaman "natural" que bien podría ser medio limon disuelto en agua, esperé veinti y un minutos exactamente antes de proceder a atarme los cordones, regué las plantas que no me correspondían, ojeé uno de esos periódicos que parecen tener la simbiosis perfecta con ikea y regalan cuberterías, televisiones y si te descuidas te construyen un puerto en la piscina para aparcar el yate que "regalarán" en el próximo número.

El parque diáfano no se me borra de la mente, ni se me borra mi carrera interminable por aquella playa dando alaridos y jugando con el labrador violeta como intentando librarme de aquella burbuja de felicidad que se iba inflando en mi garganta, ni las miradas furtivas del chico que escalaba, las adolescentes precariadas jugando en la arena a pillar o dándose el lote como para reirse de la paradoja, el tomillo y el romero entre mis sábanas como por casualidad como el acierto más grande jamás pensado, los exclusivistas que me entrillaban al recordarme mi objetivo.. y como no, la sombra de tus ojos el día en que jugamos a que el café no existía.

En fin, me siento perdida, la anhedonia parece ir remitiendo pero lo está haciendo tan bruscamente que me cuesta pasar las mañanas en casa recordándome en sueños, ¿será realmente esto fruto de mi nueva medicación? Me cuesta tanto creérmelo... y más aún después de haber pasado las dos primeras semanas con el corazón en las puntas de los pies y el latido en el inframundo. Quizás sea el tantra, que eso de pensar en limones no es tan fácil.

martes, 7 de abril de 2009

Por fervor o temor

Quizás el crecer rodeada de frases como " lo que se sabe no se pregunta" o "a palabras necias oidos sordos" haya sido fundamental en mi actual ideología y formación. ¿y si aquello que creí saber y no pregunté era erróneo? Si esa frase hubiera coagulado la necesidad de preguntar ciertas cosas quizas hoy no escribiría esto. Afortunadamente, hoy sigo preguntando lo impreguntable. ¿y qué decir de las palabras necias? quien decide que unas palabras son necias y otras no? Ahora pienso que de ninguna manera podría ser objetiva semejante clasificación y me arrepiento de no haber escuchado muchas y muy sabias palabras y aún más de la obediencia que me hizo escuchar solo una parte de la verdad.Dejarme influir por reticencias premeditadas o por la dudosa generosidad de los dadivosos me ha alejado en muchas ocasiones de conocer aquello que consideraba vital mientras que muchos gracias a sus resortes han conocido más de lo que les concernía.Y pensando y pensando me vienen a la cabeza recuerdos de clases de primaria, aquel sopor hipnótico mientras exponiamos nuestras tiernes mentes al feroz huracán de la ética para niños de nueve años,una profesora que no sabía sino adoptar su peculiar prosopopeya y amilanarnos sobre todo aquello que nos podía pasar, engañarnos respecto a sucesos que podían marcar nuestra mentalidad.... y lo que más me extraña es ver como pocos de los que hemos sufrido aquella triste instrucción para la vida han sido capaces de reconocer el autoritarismo y la doble moral bajo aquella pudibunda enseñanza.