domingo, 15 de noviembre de 2009

Horas que no se aburren

Necesito adrenalida, si no me muero.
voy a hacer una muy gorda, tan gorda que se me escape entre los dedos.

Despues de tanto tiempo de nuevo halitos que se juntan, de nuevo encuentros al viento más salvaje, al que del tiempo hace milagros y cambia hasta las horas de los relojes si te descuidas un rato.Ufff, toda la tarde el viento hablándome, al ritmo de la gaita parda, al ritmo del son playero de tus andares de burro viejo. No sabes lo que me pierdo , no veas si el ritmo acelera y el pulso no para de estallar en mis recovecos. Vaya palabra, vaya vaya...



Ni dolor, celos ni rabia, ni siquiera esperanza, amor u odio, ni siquiera palabras de apoyo o consuelo, ni una humilde mirada, cartas escritas con letra muy mala, o tu sabor despertando mi boca en la madrugada. Me da muy igual todo, cada día mas indiferencia, todo es la misma basura de siempre. No me inmuto ni con el ruido vespertino de tus intentos de autosuficiencia.


TODO puede desaparecer y eso no afectara ni un poco a mi equilibrio desemocional, el equilibrio del que despues de mucho sentir de repente pierde toda emoción, apatía de la más brutal. La desidia de mis sueños peor soñados, la jodida abulia, llámalo como quieras....


Lo mismo me da por tirarme ahora por la ventana, quizás sea la forma más fácil de volar, ya he olvidado que antes casi que alcanzaba a ver por encima de la fachada! sabía hacerlo yo sola, sin ayuda de nadie. Quizás lo haga

Y todo se me nubla , me importa un carajo ahora que tres días más tarde , el tiempo ha perdido su sentido y yo mi orientación, creo que me voy a tirar. ¿A quien le importa? Cuatro, cinco, solo es un suicidio más.

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nada estomagante