martes, 23 de noviembre de 2010

Tratados

Trata de anular la personalidad, al igual que todos esos tratados escritos en griego como excusa de un coitus interrumptus. Me pone de los nervios, yo solo digo eso pero ya sabes, la procesión va por dentro tronando y haciendo metralla inocua para esquivar corazones de hierro, sombras de ultratumba y parasoles de plastilina.

Las aleaciones de metal pesado se vuelven al rojo vivo hasta estallar potenciales trozos de vida mundana. Tantos pitidos concentrados en el centro del infierno tenían que servirte de algo y aleteabas correteando entretejiendo cenizas con trozos de hojas y barro.

¿Para que escribirle al mas allá en días tan grises como la humarada?
Para que lloverle al cielo lagrimas marchitas del ayer...
Para que los transeúntes azorados renieguen de sus instancias interiores y vuelen y dejen tranquilo ver nevar y llover a la vez. Ni los eucaliptos escupiendo hojas y agua aguantarían lo que tú ya has aguantado. Aguanta nena aunque el paraíso no haya llegado

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