martes, 23 de diciembre de 2008

por su gesto y su rechazo la cara hoy me tapo

Todas aquellas calles las habría tatareado a tu lado agarrando tu cintura y resbalando por tus brazos fácil y segura. Seguro que habría aceptado entrar en cada uno de aquellos horribles lugares de copas y verlos entrañables a tu lado y fingir como siempre que estoy en el mundo mas feliz que haya existido rodeada de personajes pintorescos.Hoy me pongo los guantes rosas con encaje que tanto te gustan para envolver tu mano con la calidez del tercipelo que alguien me regaló alguna Navidad... Llego temprano para verte, te admiro casi medio minuto extasiada medio saludando de lado y los labios tan húmedos que parecen lacados en barniz de piruleta. Solo hay algo que brilla mas que la humedad de mis labios huecos, son mis ojos que graban cada detalle para que luego al rememorar en mis noches se reproduzcan las imágenes deseadas. Mis mejillas que segundos antes se criogenizaban ahora arden y emiten calor propio por combustión espontánea de lágrimas marchitas que tuvieron fin allí una noche atrás. Y comenzamos con las disculpas... disculpas aceptadas. Ahora andamos... Te llevaré al lugar de la taza de café infinita, del cigarro machito, al lugar donde al entrar por primera vez supe que serías tan especial como mi peculiar forma de mirar la vida. Y me senté y te sentaste al lado y yo no sabía si prefería el roce de tu rodilla que me murmuraba obscenidades o estar frente a ti y ver tus ojos durante horas. Parece que a ti no te pasó lo mismo, tú no dudaste, quizás ni siquiera te lo planteaste.. Y empezó todo a fluir y la espontaneidad reinó y quiso demostrarnos que nos llevariamos bien nada más. Pasó el tiempo y las baldosas rojas nos llevaron a otro lugar donde tú querías ir. Tus planes se frustaron por culpa del remordimiento que me causó la responsabilidad. En la esquina donde siempre recuerdo mi historia infeliz había una persona que buscaba consuelo, era YO... y me hundí en su pecho y brazos inexpresivos clamando amor, cariño o aunque fuera un gesto amable y en este orden descendente obtuve un elemento no nombrado de menor grado, un beso sin sentido, no sé hasta que punto maldado (quizás yo tambien lo exageré)

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nada estomagante