jueves, 15 de enero de 2009

No pareces un niño, eres un niño, yo no soy tu niña, no soy una niña, parezco una niña, tú eres un niño, fuiste y serás un niño, no pareces otra cosa que no sea un niño, yo si parezco otra cosa que no es una niña. Los niños juegan, los niños ríen, los niños se preocupan por el momento, solo sienten interés por el ayer el hoy y el mañana literal. Los niños hacen ruido al masticar y se sorprenden cuando alguien enciende un fuego, queman cosas en la lumbre y acostumbran a memorizar los dichos de sus padres… ERES TODO UN NIÑO. Quisiera ser toda una niña, toda TU NIÑA y mecerme en tus brazos hasta la señal de la aurora, rengar a la autosuficiencia por no poseerla y estallar en júbilo cada vez que me diriges un bostezo transnorchador o un suspiro desacreditado… porque me meces hasta cuando duermo y desafias al sueño y lo combates con cafeína pero aún desde mi dormida expresión la luminosidad que aparece en esos tus dulces gestos me atraviesa los párpados y viaja hasta mis sueños en forma de luz roja destellante y en ellos me acompañas sin ni siquiera saberlo. Tú despierto sigues meciendo y meciendo, “qué sueño tengo!” y lo oigo desde el otro lado de la cortina de humo que separa la realidad de mis sueños y en vez de despertar te absorbo con mi imaginación para que sueñes conmigo y soñamos, nos soñamos, dormimos…. Pero tú no me dices que soñaste conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

nada estomagante