domingo, 26 de diciembre de 2010

Guarderías de elefantes

La vida pasa en capítulos que se suceden y se entrelazan en bucles de forma perfecta.
Ellos son los responsables últimos de cada suceso, de cada trama en el día a día. Somos marionetas en una obra escrita por nosotros mismos, pero que no sabemos como acabará.

Cada segundo que pasa, cada minuto de rabia, cada final desavenido y cada rincón en el que nos escondemos cuando falta el aliento; cada lugar que pisamos, cada circunstancia al final son solo letras en la mente dispersas de forma caótica. He dedicado mi vida a vivir plenamente y a no dejarle ni un resquicio a la suerte. Y es que la suerte es responsable de tantos éxitos como fracasos, de tantas muertes como vidas.... El vivir solo supone eso, la suerte del viandante hecha billetes y repartida en forma de paquetes de aire que consumes en cada intermedio.

Vivir es caer y levantarse, gatear para salir del bache, escarvar para ocultar desgracias y resurgir de las cenizas como ave fenix que arde. Vivir es correr contra el tiempo dividido y tratar de llegar a tiempo a la hoguera para quemar los recuerdos en una noche de mayo en la que faltan bomberos para acabar con el infierno.
Así que deja de vivir del martirio, olvida las lágrimas y sus charcos, entrégate a la meta por entero si quieres que tu último momento permanezca en el recuerdo.

1 comentario:

nada estomagante