sábado, 25 de abril de 2009

está claro...

Y la verdad es que me faltaba comprarme una vaporeta y enchufármela en la espalda para ganar resistencia y poder de perversión a modo de ruido. Qué estúpido era eso de desatascar los conductos auditivos a base de melodrama contemporáneo y arpones insonorizados con autoestima húmeda… y que cansado pedirle al toallero que me sostuviera el ánimo mientras yo me duchaba para así no tener que estrellarme contra las burbujas que tapizaban el mar de espuma .

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nada estomagante