sábado, 25 de abril de 2009

Resistencia


Primero fueron las migas con chocolate, el melón con jamón y las uvas con queso... ahora aparece la naranja con azúcar y me desestabiliza.

Sigo incrédula del todo, y es que la norma lo dicta así. Que de ser normales, las cosas acabarían encajándose en su cauce, pero no lo hacen. Que si yo y la demencia senil, o el gran espacio entre mi coronilla y mi flequillo ahora que el pelo falta más que cualquier otra cosa... y me pongo a escarvar en los pedacitos oscuros que me llevan a su lado y solo siento temor, temor por perder el norte, temor por no saber ni ubicar mi bandera a buen resguardo, temor de ese que es avalancha de seropositivos desquiciados. Sus falsas palabras me atropellan y retuercen mi consciencia con dolorosa mezquindad. Ya sé, que la cobardía es bien despreciado por muchos y apolillado por pocos... ¿pero por qué me tengo que achicharrar para darme cuenta de ello? ¿por qué nadie intenta ayudarme? y me parece que me disuelvo en estandárteres de colores atisbando una salida y se me derrite la esperanza amontonándose a mis pies con las mejillas más tostadas que quemadas y la desesperación del que YA desespera por aniquilación transitiva.


Y al gritar sólo ví que os alejabais cada vez más de mi y eso me produjo pavor

4 comentarios:

  1. lA VERDAD ES QUE TENGO QUE LEERLO VARIAS VECES PORQUE ME DESCOLOCA UN POCO, ESO ES BUENO, ME HACE PENSAR.

    ResponderEliminar
  2. Lo de tratarme de usted me ha llegado al alma, ahora sí es verdad que declinan mis días (es broma)

    ResponderEliminar
  3. Declinar de la virtud en el vicio del rigor, en la debilidad.

    ResponderEliminar
  4. esta noxe estoy bastante triste, soy tu amiga M.... y he de decir ke me sorprende k escribas tan bien y tengan tanta profundidad tus pensamientos,me han llegado,bss

    ResponderEliminar

nada estomagante